domingo, 8 de febrero de 2009

El miedo a la soledad

Y fíjate Antonio que manera más tonta de acabar el día, tú a un lado del sofá y yo en el otro extremo. Tú viendo programas del corazón y yo leyendo una apasionante novela del Stephen King. Tú amas mi compañía, solo eso, yo detesto el sonido de tus palabras. Pero soy igual que tú en una cosa, soy tan egoísta que prefiero sentirte al otro lado del sillón, lejano y frío, que sentirme sola, aunque realmente lo este.